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DOSSIER DE PRESENTACION A.D SAN GARCIA

lunes, 14 de noviembre de 2011

PROPUESTA DE HUELGA NACIONAL DE ÁRBITROS DE FÚTBOL

El responsable de la campaña "NO AL INSULTO", nos ha enviado un nuevo correo donde explica la situación actual del fútbol base y las presiones e insultos que tienen que soportar los colegiados durante los partidos.  

La Junta Directiva de A.D. San García y C.D Caetaria, suscribimos todas y cada una de las reflexiones expuestas y vamos a seguir trabajando por erradicar los insultos de los campos de futbol y las actitudes agresivas, bochornosas y excesivamente teatrales que vemos a diario por parte de los, mal llamados, aficionados a este deporte tan hermoso, que es el fútbol.

Sabemos que será un trabajo largo y tedioso, pero seguiremos con nuestra idea de tolerancia cero ante esos comportamientos que no contribuyen a la educación de nuestros hijos/as.  

MENSAJE RECIBIDO

PROPUESTA DE HUELGA NACIONAL DE ÁRBITROS DE FÚTBOL

 
He visto o dirigido muchos partidos de niños muy pequeños. El reglamento, como en cualquier tipo de encuentro, determina que la duración de cada periodo debe prolongarse lo que el árbitro estime oportuno para recuperar el tiempo perdido (por ejemplo, por atarles los cordones a los jugadores –cosa que suelo hacer personalmente cuando son muy jóvenes, y con todo el gusto, por cierto–,por atender a los niños lesionados, etc.).

Los padres y los técnicos, que son los primeros en mostrar su contrariedad cuando el árbitro no detiene el juego para interesarse por la salud de los jóvenes jugadores, suelen ser también los que más protestan luego si el tiempo de descuento es el que debe ser. Bueno, matizo: protestan sólo si en ese tiempo su equipo ha encajado un gol, pero no si lo ha marcado.

Digo esto porque hace muchos años (yo vi in situ aquel partido) un equipo (que hacía de local) ganó una liga de benjamines con un gol marcado más allá del minuto diez de descuento (vuelvo a insistir: el árbitro añade lo que considera oportuno y ese tiempo es tan reglamentario como los primeros minutos). Nadie se quejó. Nadie les dijo a los jugadores que habían ganado la liga gracias al árbitro o que éste se había cargado el partido (esto último se dice mucho cuando uno se siente perjudicado, pero jamás cuando lo benefician).

Sin embargo, el panorama cambia cuando el gol se encaja (en vez de marcarse) al final y el partido se empata o pierde. Yo he vivido varias situaciones en las que me esperaban en la entrada a mi vestuario numerosos padres de jugadores para (con sus hijos delante) dedicarme mensajes como “te has cargado el partido”, “siempre tienen que ganar los mismos” (como si a mí me importase mucho si gana un equipo u otro), “siempre se pita a favor del equipo grande”(¡pero, por Dios, en un partido de críos!), “eso no se hace”, “no has pitado hasta que han marcado” o “tú no quieres que te insulten, pero luego mira lo que haces” (esto lo dicen porque yo muestro, junto a ambos equipos, en todos los partidos una pancarta en la que se lee “NO AL INSULTO”). Y todo por ser honesto con el cronómetro. Y, por supuesto, nada habría pasado si hubiese sido su equipo el anotador (bueno, quizá se habrían quejado los otros).

En vez de aceptar que a veces en el deporte pasan estas cosas, que se puede ganar o perder en el último minuto, hay padres que se dedican a hacer creer a sus hijos que han perdido por culpa del árbitro y a tratar a éste como si él quisiera que un determinado equipo ganase.

Estas (y otras bochornosas situaciones) son, desgraciadamente, parte del desastre moral en el que se ha convertido el fútbol, llevándose casi siempre el árbitro la peor parte. La gente se olvida de que somos jueces (nadie nos trata con el respeto que se merece un juez, al contrario de lo que ocurre en el rugby o el tenis, o en un juicio normal y corriente). Pero es que, además, somos personas. Y no se pueden decir cosas como “no has pitado hasta que el equipo X ha marcado”, ya que eso da a entender que el árbitro quiere que ese equipo gane, es decir, se insinúa (si es que no se proclama abiertamente) su parcialidad. Sin embargo, yo he visto a jugadores fallar ocasiones clamorosas y nadie ha dicho que querían que ganase el equipo rival. Pero, claro, con el árbitro todo es más sencillo; se puede afirmar que no tiene honor y no pasa absolutamente nada. Es inadmisible (por no hablar del nefasto ejemplo que se les da a los jóvenes, es decir, a los propios hijos de los que dicen esas barbaridades).

Antes de la independencia de la India, cuando el pueblo hindú optaba por la violencia para contestar a ataques británicos, Gandhi se declaraba en huelga de hambre. Era su forma de mostrar su desacuerdo con ciertas conductas, y también de invitar a la reflexión, de hacer pensar a su propia gente. De la misma manera, el fútbol está pidiendo a gritos una huelga general de árbitros (digo“de árbitros” porque somos siempre los peor tratados y porque dudo mucho que cualquier otro colectivo pudiera proponer esta medida). Ya sé que esto es casi imposible en las categorías profesionales, en las que los intereses económicos están muy por encima de la dimensión educativa del deporte (por ejemplo, se demuestra jornada tras jornada que vale todo con tal de ganar), pero sí que es posible (y necesario) en las categorías de base, en las que se supone que la formación es infinitamente más importante que los marcadores.

La situación es lamentable (todo el mundo lo sabe, incluidos los dirigentes de las federaciones y de los comités de árbitros, que suelen mirar para otro lado) y exige una solución (y no lo digo sólo por los árbitros, sino por la educación en general); por lo menos, que se vea que hay deseos de que las cosas cambien. Pero no es así. Lo único que parece interesar es que se jueguen muchos partidos y que haya el menor número de encuentros suspendidos. Ahora bien, lo del ejemplo y el respeto ya es otro cantar; un cantar que interesa muy poco, o eso parece.

La huelga no la pueden proponer directamente los árbitros (quiero decir los que se juegan sus posibles ascensos, pues ya se sabe cómo son las cosas: el que se mueve no sale en la foto), sino que tienen que ser los dirigentes de sus comités y los de las federaciones quienes lideren el cambio, ese cambio que consiste en demostrar que el fútbol puede ser un deporte reconocido por el buen ambiente y los valores. En este sentido, yo creo que la huelga es la mejor forma de invitar a la reflexión colectiva; y ya se sabe que no hay cambio sin reflexión previa.

Las cosas que se ven y se escuchan en los campos de fútbol son vergonzosas, y, por supuesto, muy perjudiciales para la formación de los jóvenes. He escuchado a muchísima gente quejándose de ello, pero pasa el tiempo y, como diría Julio Iglesias, la vida sigue igual; y no se hace nada serio y colectivo para que las cosas cambien. Nadie sabe cómo meterle mano al asunto ni quiere mojarse, no vaya a ser que acabe fuera de su despacho. Toda la porquería que se ve en los campos se considera como normal e inevitable. ¡Qué gran fracaso de todos los que amamos el balompié!

No podemos permanecer eternamente de brazos cruzados. Hay que ponerse manos a la obra. Se lo debemos a las generaciones futuras, a esas generaciones que crecen soñando con una pelotita y con todo lo que la rodea; todo, lo bueno y lo malo.

Ángel Andrés Jiménez Bonillo, árbitro de fútbol y Presidente de la Asociación Deporte Sin Insultos. 13 de noviembre de 2011.


3 comentarios:

  1. Particularmente comparto todo lo que dice este árbitro que una vez mas demuestra la valentía que tiene tanto él como el resto de los árbitros pues creo que para ponerte delante de unos aficionados que te van a insultar como mínimo la mitad de ellos hay que ser sobre todo muy valiente.
    De todo el texto lo que más me ha gustado es que pide que reflexionemos, es decir, que pensemos que podemos hacer cada uno de nosotros y no esperar a que lo hagan los demás.
    Como sabeis desde la directiva del San García-Caetaria se está defendiendo constantemente la campaña de no al insulto y el respeto tanto a los árbitros como a los contrarios. Creo que no es que sea una bonita iniciativa sino que es el único camino que tiene que tener un club de fútbol base. Todo esto está muy bien, pero no vale para nada si no aportamos cada uno nuestro granito de arena.
    Particularmente y como padre de un jugador del infantil San García me comprometo a no volver a cuestionar un arbitraje cuando encima habíamos ganado el partico 4-2. Aunque el objetivo es que los niños aprendan todos queremos que nuestros hijos se diviertan y lo hacen mas cuando ganan que cuando pierden.Precisamente en la derrota es cuando debemos hacerles ver que eso forma parte del deporte y no buscar culpables; el árbitro se equivocó, tu entrenador no sabe...
    Si tenemos claro que nuestros hijos están haciendo deporte y que los partidos son un motivo para que toda la familia comparta unas horas de diversión ¿donde entra entonces que insultemos, nos enfademos y pasemos un mal rato?
    Bueno que pensais los demás del mensaje de este árbitro? ¿creeis que se podrá cambiar la mentalidad de las personas que "se divierten" insultando a los árbitros?
    Saludos a todos.

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  2. pienso como usted entr4e todos podemos.

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  3. ole tus co..... ha si se habla chan

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